Historia
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En abril de 1961 se creó el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN, ante la necesidad del País para atender y solucionar los problemas científicos y tecnológicos rezagados a lo largo del tiempo.
La génesis de Cinvestav se remota a la década de los años 30, cuando el Maestro Manuel Cerrillo Valdivia, ingeniero y científico muy destacado, quien fuera en esa época Director de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, y Director General del Instituto Politécnico Nacional vio la necesidad de estructurar cambios en las instituciones a fin de fomentar el desarrollo científico y tecnológico.
El Maestro Cerrillo estaba convencido de que el progreso de México sólo se podía lograr realmente por medio de la educación de calidad incluyendo la de alta especialización y el desarrollo de la ciencia y la tecnología. De acuerdo con esto, reestructuró el plan de estudios de la ESIME para establecer cuatro carreras de ingeniería: Mecánica, Eléctrica, Comunicaciones y Aeronáutica. Estas dos últimas fueron las únicas en México por alrededor de 30 años. También estableció la primera escuela de graduados de la ESIME, la cual, desafortunadamente, no pudo sostenerse, cuando el Maestro Cerrillo dejó el Instituto Politécnico Nacional para continuar con su carrera científica en el extranjero.
En la década de los años 40 el Maestro Cerrillo regresa a México y se reincorpora a la ESIME, invitando al estudiante Jorge Suárez Díaz como su colaborador. En este tiempo se creó la Comisión Impulsora y Coordinadora de la Investigación Científica (CICIC) y se invita como Vocal Director al Dr. Manuel Sandoval Vallarta, uno de nuestros más destacados científicos y en esa época profesor investigador en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). A su vez el Dr. Sandoval Vallarta solicita la colaboración del Dr. Cerrillo como Jefe de la Sección Electromagnética de dicha Comisión, jefatura que acepta e invita a un grupo de sus estudiantes a colaborar con él, entre ellos a Eugenio Méndez Docurro y Jorge Suárez Díaz, sembrando la semilla de la necesidad de contar con Centros Científicos y Tecnológicos de excelencia para soportar el desarrollo del País. Más adelante el Dr. Cerrillo regresa como profesor investigador al Instituto Tecnológico de Massachussets.
Posteriormente, siendo Director General del Instituto Politécnico Nacional, el Ing. Eugenio Méndez tuvo la oportunidad de cristalizar las ideas del Dr. Cerrillo, quién en esa época era investigador en el MIT y lo invitó para que plasmara en un proyecto sus ideas sobre un Centro de Investigación y de Estudios Superiores. Además el Ing. Méndez concertó una cita con el Presidente Adolfo López Mateos, en esa reunión, el Dr. Cerrillo, quien siempre fue muy convincente con sus ideas, le expuso al presidente todo el plan y éste quedó tan convencido que lo aceptó de inmediato y les urgió a llevarlo a cabo a la brevedad posible. Se puede decir que en esa reunión se formalizó la creación del CINVESTAV.
Después de la aprobación por el Presidente, el Ing. Méndez Docurro, le pidió al Dr. Cerrillo que viniera a México para exponer las bases de lo que sería la Institución, y también solicitó al Lic. Humberto Olguín Hermida, un escritor y periodista muy destacado con un gran poder de sintetización, atender a las pláticas del Dr. Cerrillo, con el fin de que, al término de éstas las resumiera y se redactara lo que sería la estructura académica del CINVESTAV. Con tal fin se invitó también al Ing. Jorge Suárez Díaz para asesorar al Lic. Olguín en las partes técnicas del documento.
En esas bases la Ingeniería de Comunicaciones y Electrónica quedaron incluidas como una parte fundamental de las tareas de la nueva institución.
Una vez terminados todos los preparativos para la inauguración del Centro se invitó al Dr. Manuel Cerrillo V. para que aceptara la Dirección General, cosa que todos los participantes en su creación lo daban por hecho; sin embargo el Dr. Cerrillo no aceptó, y aunque en un principio había accedido dirigir el Departamento de Ingeniería Eléctrica también declinó ésta última invitación, argumentando una serie de razones para ambos casos y prefirió regresar al MIT, donde había dejado investigaciones importantes en desarrollo. El Dr. Cerrillo sugirió invitar al Dr. Arturo Rosenblueth, quizás el hombre de ciencia mexicano más conocido en el extranjero. Al tomar posesión como Director del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional se le entregó al Dr. Rosenblueth el documento de las Bases Fundamentales de Estructuración y Operación Académica del CINVESTAV.
Al tiempo de la creación del CINVESTAV la electrónica era un área emergente, iniciando un desarrollo tecnológico que marcó la segunda mitad del Siglo XX.
Al tiempo de la creación del Cinvestav, la electrónica era un área emergente, iniciando un desarrollo tecnológico que marcó la segunda mitad del siglo XX. La telefonía y la radio eran accesibles a gran parte de la sociedad, sin embargo la televisión todavía estaba restringida a unas pocas ciudades y no tenía una fuerte penetración en la sociedad. El entretenimiento doméstico se limitaba a radio y aquellos discos de acetato de alta fidelidad. Las aplicaciones electrónicas funcionaban básicamente con válvulas de vacío, vulgarmente conocidas como bulbos y el transistor tenía poco más de una década de vida. Las comunicaciones eran terrestres y apenas se iniciaba la carrera espacial. Las computadoras ocupaban edificios enteros y eran equipos de costo exorbitante solo accesibles a algunos gobiernos.
El mundo parecía entrar a una novela de ciencia ficción donde muchos sueños imposibles se harían realidad, se iniciaba una gran carrera tecnológica, donde los países que pudieran desarrollarse en ese campo serían los líderes mundiales al final del milenio. El país no se estaba preparando para estos cambios y el único programa de estudios diseñado para hacer frente al futuro en este importante campo era la carrera de Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica de la ESIME del Instituto Politécnico Nacional. Algunas universidades ofrecían Comunicaciones y Electrónica tan solo como especializaciones de las carreras de ingeniería mecánicas y eléctricas. Varios grupos de la comunidad académica, especialmente del Instituto Politécnico Nacional identifican la importancia de prepararse para el futuro de las comunicaciones y consideran que ésta debe ser una de las áreas prioritarias del Cinvestav.
Era de especial interés en el proyecto de creación del Cinvestav el formar un fuerte Departamento de Ingeniería Eléctrica, sin embargo se encontraron con la dificultad de encontrar una masa crítica de especialistas con el nivel que se quería que tuviera la institución, en contraste con otras áreas, como la medicina, que tenían una tradición de investigación consolidada.
Fue el Dr. Cerrillo quién informó que se estaba doctorando en el MIT un joven mexicano muy competente y capaz, que sería un buen candidato para el departamento, el Dr. José María Borrego, quién aceptó la encomienda de organizar el nuevo departamento y se incorpora en 1962, al poco tiempo se integró el Dr. Enrique León López para ayudar en esa importante labor, y al siguiente año llegaron los doctores Harold S. Dutton y Bernardo Retchkiman. El Ing. Eugenio Méndez también colaboró como miembro del Departamento.
En aquella época ya se creía importante la función del Centro en actividades de vinculación, como lo demuestra el hecho de que el Dr. Rosenblueth, Director General del CINVESTAV, invita en 1962, al Ing. Jorge Suárez Díaz para representar a la institución ante la recién fundada Comisión Nacional del Espacio Exterior, y en 1963 lo invita también a dirigir un grupo de ingenieros que colaborarían con la industria en la realización de proyectos de ingeniería por parte del CINVESTAV, grupo que opero únicamente durante 1963 y 1964, debido a su disolución causada por la separación del Ing. Suárez Díaz para atender su nombramiento como Director General de Telecomunicaciones de la SCT.
La Comisión Nacional del Espacio Exterior induce la investigación en Celdas Solares, dado que estas eran la fuente de energía de los satélites. A la postre ésta sería una de las líneas que más prestigio traerían al Departamento, pero por sus aplicaciones terrestres y la forma en que el programa se justificó con base a la solución de problemas específicos del país.
La conformación inicial de las actividades científicas del Departamento se debió, por un lado, a la encomienda del Ing. Méndez Docurro para desarrollar un grupo de investigación en Telecomunicaciones y por otro, al perfil de los cuatro investigadores mencionados. Los Doctores Borrego y León López eran especialistas en Electrónica del Estado Sólido, por lo que el Departamento se inicia con estas dos líneas de investigación y en 1965 se estructura en las Secciones de Comunicaciones y Dispositivos Semiconductores. El Dr. Dutton era matemático y el Dr. Retchkiman había realizado su doctorado en el área de Control de procesos, lo que induce a que en 1966 también se mencione a la Sección de Control.
Un donativo de la Fundación Ford permite, además de la creación del Departamento de Química, el crecimiento del Departamento de Ingeniería, el cual reporta en el anuario de 1965 a 7 profesores.
El que los investigadores se hubiesen especializado en un área específica, no fue obstáculo para cubrir con las actividades docentes necesarias, donde los profesores tuvieron que prepararse en los diferentes campos de la ingeniería eléctrica para ese efecto.
El Departamento colabora con las otras áreas del Centro, atendiendo muchas de las necesidades de instrumentación y se crea una Sección de Electrónica para dar servicio a todas las áreas.
La planta de profesores tiene mucha movilidad, debido a la oferta reducida de investigadores en contraste con la alta demanda. En promedio la planta académica en la segunda mitad de la década cuenta con 7 miembros, quienes tienen que soportar y consolidar el programa de posgrado con sus diferentes especialidades, entonces queda claro que la principal misión del Departamento debe ser formar recursos humanos de primer nivel, no solo para la consolidación del Departamento, sino para todas las instituciones del País.
Afortunadamente, el interés de los estudiantes del área en los estudios de posgrado fue alto. La matrícula del Departamento era casi la mitad de toda la matrícula del Centro. En 1965 se gradúa la primera generación de maestría del Departamento con 6 estudiantes. Esta fue la única en la que no se requirió tesis.
Todos los profesores son jóvenes, lo que genera una dinámica vigorosa y permite que, a pesar de las dificultades encontradas, se pueda soportar el programa de posgrado, actividades de investigación y desarrollo tecnológico y la misma administración del Departamento.
Fundamental en la consolidación del Departamento fue la colaboración con Investigadores de otros países, en especial podemos mencionar a los franceses. Los convenios de colaboración con Francia fueron impulsados por el Dr. Rethchkiman, quien gracias a sus relaciones con instituciones de ese país pudo establecer varios convenios de colaboración que permiten la estancia de muchos investigadores visitantes, y apoyar las diferentes áreas de investigación, aunque la más favorecida con estas acciones fue la de Control.
Para la consolidación del programa de formación de recursos humanos se promueve que los egresados de la maestría continúen estudios de doctorado en el extranjero y contribuyan con su experiencia no sólo al Departamento sino también a otras instituciones.
Los integrantes del Departamento comprendieron y asumieron desde el principio su responsabilidad que como ingenieros pedía la sociedad mexicana. Fueron egresados de Ingeniería Eléctrica los artífices del cambio del plan de estudios de la Carrera de Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica de la ESIME, la que entonces era la única carrera en México de ésta área. En el nuevo plan se dice adiós a la era de las válvulas de vacío para pasar a la de los transistores.
Después de la partida del Dr. Borrego para incorporarse a la planta académica del Rensselaer Politechnic Institute, el Dr. León López toma la coordinación del Departamento de 1964 a 1967, quien solicita licencia al cargo para asumir la Secretaría Técnica del Instituto Politécnico Nacional y es relevado por el Dr. Retchkiman.
Hasta 1969 el Departamento había graduado a 21 maestros en ciencias y 2 doctores, la trayectoria posterior de todos ellos en los ambientes académico, empresarial o político fue muy exitosa. Dos de ellos ocuparon posteriormente el cargo de Director General del Instituto Politécnico Nacional.
Un reconocimiento importante merece el Ing. Eugenio Méndez Docurro, quien no solo propició la creación del Cinvestav siendo Director General del Instituto Politécnico Nacional, sino que participó en su vida académica como miembro del Departamento de Ingeniería Eléctrica y lo apoyó fuertemente desde los diferentes puestos públicos que ocupó.
Al final de la década, la influencia del Departamento ya se había dejado sentir en varios ámbitos tanto por sus egresados que eran nuestros mejores embajadores, como por las primeras acciones para conectar la actividad científica y tecnológica con la solución de problemas nacionales. Quizá lo característico de esta época fue la juventud de la planta académica quienes veían con respeto a los científicos consagrados de otros departamentos como el Dr. Adem de Matemáticas o el Dr. Rosenblueth de Fisiología.
El inicio de la década de los setentas marca un crecimiento importante del Departamento. Las condiciones permiten consolidar la planta de profesores la cual había sido muy volátil. Se insiste en la necesidad de apoyar las actividades conducentes a la solución de problemas del país y el desarrollo de nuestra propia tecnología. Si bien los Doctores Rosenblueth y Massieu lo aceptan, es el Dr. Manuel Ortega quién da un impulso decidido a las actividades del Departamento.
El convenio que se establece con la República Francesa, da un fuerte impulso a las actividades del Departamento y marca su rumbo. Entre 1970 y 1972 se recibe la visita de 21 profesores visitantes, de los cuales 11 son franceses. El Departamento aprovecha adecuadamente la opción que les ofrece su país para realizar el servicio militar mediante una estancia de investigación. La influencia francesa se manifiesta principalmente en el área de Control Automático, pero también apoyan fuertemente la consolidación en Electrónica del Estado Sólido, y en particular el establecimiento de un laboratorio de microelectrónica para la fabricación de circuitos integrados. Es quizás por ello que el país más popular para continuar estudios de doctorado entre nuestros egresados de maestría ha sido Francia. La colaboración no se limita a éste último, también se tienen visitantes de otros países como Estados Unidos, Japón o Israel.
La integración del Dr. Juan Milton Garduño como pionero de la telefonía y un convenio con el Royal Institute of Technology importante para el intercambio académico en el área, fue de suma importancia para estabilizar el grupo de Comunicaciones.
La naturaleza tecnológica de nuestras actividades permite conseguir financiamiento por parte de organismos internacionales. Fueron particularmente importantes los apoyos del “Programa Multinacional de Ingeniería de la Organización de Estados Americanos” y los “Programas Mar del Plata” también de la OEA, que permiten desarrollar proyectos específicos, encaminados a la solución de problemas nacionales y disminución de la brecha tecnológica con otros países.
En el área de Electrónica del Estado Sólido también se pretende desarrollar tecnologías que permitan la obtención de materiales semiconductores de grado electrónico, la fabricación de circuitos integrados y el desarrollo de dispositivos optoelectrónicos, sin embargo el mayor éxito se tiene en la realización de dispositivos fotovoltaicos.
La crisis energética a inicio de la década permite obtener fondos para apoyar el programa de Celdas Solares. En este proyecto fueron estratégicas la visión, audacia e iniciativa del Dr. Esteban Javier Pérez y la constancia y dedicación del Dr. Juan Luis del Valle. La electrificación de comunidades aisladas en las sierras de Puebla y de Chihuahua impacta al sector público nacional demostrando que el desarrollo tecnológico puede tener también un alto sentido social.
El área de Control Automático se caracteriza por el fortalecimiento de las acciones de cooperación con instituciones en el extranjero. Las actividades de investigación se dirigen hacia aplicaciones prácticas como control de procesos industriales.
Con la consolidación de la planta académica se da también la diferenciación de las actividades. Se pasa gradualmente de un plan de estudios común a la diversificación de los cursos hasta que en cada una de las tres especialidades, Comunicaciones, Control Automático y Electrónica del Estado Sólido, se ofrece un plan de estudio independiente.
De manera anecdótica se puede mencionar que gracias a la iniciativa de los estudiantes del Departamento, el Centro contó con una cancha de fútbol, ya que ellos se cooperaron para pagar una motoconformadora para aplanar el área que ésta ocupó.
A veces las actividades de desarrollo tecnológico se tienen que modificar de acuerdo a tendencias políticas, como el caso de un proyecto para desarrollar una central telefónica digital que tiene que ser cambiado por una a base de relevadores, con el argumento de que este tipo requiere mas mano de obra y puede generar más empleo, o, el de una cooperación con los laboratorios Bell, la cual se había concertado a través del Dr. Cerrillo, ya que no contó con la aprobación del gobierno federal, por considerarse una posibilidad de intromisión extranjera.
De manera paralela en el Departamento de Farmacología y Toxicología, el Dr. Joaquín Remolina, viendo la importancia de contar con instrumental electrónico moderno en los centros de salud nacionales, emprendió la tarea de desarrollar actividades en Bioelectrónica y formar los recursos humanos en esta naciente especialidad.
En sus inicios, el Dr. Remolina fue agregando colaboradores, iniciando ellos como estudiantes de la especialidad, una vez titulados, algunos de ellos pasaron a formar parte del personal académico en la calidad de; instructores, profesores auxiliares, profesores adjuntos y, en el momento presente, profesores titulares. Un dato a recordar es que en 1973, el grupo adquiere el rango de Sección Académica, graduando en 1978 a su primer maestro en ciencias.
Esta sección se creó teniendo entre sus objetivos el desarrollo tecnológico y la incidencia en la sociedad. En 1979 se instaló en una clínica del IMSS en Irapuato la primera Unidad de Cuidados Intensivos, a la que siguieron varias más. Se vendieron con éxito este y otros productos a Clínicas y Hospitales públicas y privadas. El financiamiento de las actividades de la Sección provenía de los fondos recibidos ya que se tenía como principio que los gastos de operación tenían que salir del producto de los instrumentos desarrollados.
El Dr. Manuel V. Ortega, Director General del Centro consciente de la importancia de apoyar el área tecnológica da un impulso especial al Departamento de Ingeniería Eléctrica al final de ésta década.
El Jefe del Departamento durante esta década fue el Dr. Hector Nava Jaimes, a quién se le puede reconocer su labor de unión, consolidación y estabilización.
Al inicio de los años ochentas el Departamento crece gracias al apoyo recibido y los importantes proyectos que lo impulsan. Cada una de las tres grandes áreas que se cultivan se diversifica, las diferencias entre los grupos son mayores que las coincidencias, sin embargo el Departamento decide mantener su unidad, solicitando funcionar en secciones diferenciadas y no pequeños departamentos. Las secciones adquieren autonomía, y se formaliza su estructura, donde cada una de éstas tiene un jefe y una coordinación académica autónoma. El Director del Centro les reconoce su jerarquía.
Ante la aparición de la Comisión de Evaluación de Productividad y Becas de Exclusividad, el Departamento de Ingeniería establece una postura que pide la inclusión de criterios que permitan reconocer y fomentar las actividades tecnológicas además de las de investigación científica.
Se creó la Sección de Proyectos de Ingeniería, pues se creyó sumamente importante la vinculación del Centro con el sector productivo y con las dependencias gubernamentales, bajo la responsabilidad del Ing. Jorge Suárez Díaz, cuya contratación fue posible debido a la creación de la Cátedra Erickson, patrocinada por la empresa sueca Erickson.
La Sección de Proyectos de Ingeniería ha realizado más de 40 proyectos para clientes del sector público o de la iniciativa privada. La mayor parte han sido del área de Comunicaciones y Computación, sus ingresos por este concepto han superado los 200 millones de pesos.
La Sección de Metrología se originó para realizar actividades de investigación y de servicios, fue uno de los proyectos apoyados por la OEA. La Secretaría de Comercio y Fomento Industrial participó, a través de la Dirección General de Normas, con recursos e instrumentación para tener un centro de excelencia en el país. El Cinvestav tuvo la responsabilidad de ser depositario de varios patrones de calibración nacionales.
En 1983, la Sección de Computación para cubrir la fuerte demanda académica en éste campo, siendo el Departamento, como lo había sido en las otras áreas, el primero en ofrecer un posgrado en el área, en el país. La estructuración del posgrado fue novedosa y desde sus inicios tuvo la matrícula más alta entre las diferentes secciones. Dada la necesidad de varias empresas en preparar expertos en computación, la Sección les apoyo con diferentes cursos de especialización y diplomados.
La Sección de Control Automático se consolida al ir incrementando su planta académica. Se diversifican las actividades a áreas como Robótica y se tienen importantes apoyos económicos de diferentes organismos. Entre estos destacan los realizados para PEMEX en el área de control y supervisión de procesos, tanto por el monto económico, como por la importancia que tenían para la misma empresa.
En la Sección de Electrónica del Estado Sólido se pone en operación una planta piloto de celdas solares con capacidad de producción de 24,000 watts anuales. Se produjeron más de 100,000 celdas solares. Se colocaron sistemas fotovoltaicos integrales en diversas comunidades para telesecundarias, albergues infantiles INI-SEP, repetidores para telefonía rural, estaciones meteorológicas, sistemas de bombeo de agua, y para apoyo docente en escuelas y universidades etc
Los tres primeros años de la década son de bonanza y permiten el crecimiento del Departamento, con proyectos ambiciosos y fortalecimiento de la planta académica se obtienen financiamientos importantes de los programas BID-Conacyt, OEA y Unesco.
La crisis de fin de sexenio, que se prolonga varios años, impacta fuertemente al Departamento y son muchos los proyectos que quedan truncados, sin embargo aún en estos tiempos difíciles es posible sostener el crecimiento y las actividades académicas gracias al ingreso económico que se tiene de los proyectos de vinculación.
La escasez de investigadores de primer nivel se acentúa en la segunda mitad de esta década. El apoyo económico para financiar proyectos es escaso y los salarios tienen el nivel mas bajo en la historia de la institución. Por otro lado la competencia del sector privado de especialistas en el área dificulta cada vez más la contratación de investigadores con el nivel requerido por la institución. La crisis afecta también las actividades docentes, ya que se reduce el apoyo de becas y por consiguiente la matrícula de estudiantes.
El Departamento invierte apoyando a profesores con grado de maestría para realizar el doctorado en el país o en el extranjero. Muchos de ellos no se reincorporan.
La creación del Sistema Nacional de Investigadores con su orientación al apoyo de la ciencia básica cataliza un cambio en las actividades del Departamento. El interés de los investigadores por estar en el sistema, en una época, donde las becas ofrecidas podían ser la mitad de los ingresos, reduce el interés en muchos de ellos por la actividad tecnológica. El cambio en las políticas científicas y tecnológicas del País, y la liberación de las condiciones arancelarias acentúan mas la tendencia a la generación de productos científicos, como artículos en revistas de circulación internacional.
Hubo muchos proyectos importantes, entre los cuales se pueden mencionar los de la planta de celdas solares, Microsep, proyectos con PEMEX, con la SECOFI, así como con el sector privado, como es el caso de un megaproyecto con IBM, el cual dio origen al CTS y éste a su vez dio lugar a la Unidad Guadalajara.
En 1982 el Dr. Héctor Nava es nombrado Director General del CINVESTAV, la jefatura del Departamento es asumida por el Dr. Juan Milton Garduño, de su periodo se puede decir que se preocupó por dar un fuerte impulso a la vinculación y el desarrollo tecnológico. En 1988 deja el cargo para fundar el Centro de Tecnología de Semiconductores, posteriormente Unidad Guadalajara. Su sucesor fue el Dr. David Muñoz, del área de Comunicaciones.
En esta década los retos son hacer frente a los cambios que exigen una mayor integración en el mundo moderno. Se comienza a notar una mejora notable en términos económicos, y por ende de las percepciones del personal. Hay también mayores apoyos para la adquisición de infraestructura, sin embargo es menor la cantidad de recursos que fluye hacia el Departamento, debido a que son cada vez menos las actividades de vinculación. Esto se debe principalmente a la reorientación de las actividades donde la investigación científica tiene cada vez una mayor componente que la tecnológica. Ante la imposibilidad de regenerar la planta académica con investigadores con nivel de doctorado, esto como consecuencia tardía de la crisis de los años 80, ésta se estanca, y no es sino hasta la segunda mitad de esta década, que se comienza a observar un crecimiento.
En 1990 se incorpora la Sección de Bioelectrónica, la cual se había gestado en el Departamento de Farmacología y Toxicología. Esta fue producto del análisis de conveniencias, por lo que de común acuerdo entre las partes, se decidió el cambio de toda la Sección de Bioelectrónica; profesores, personal de apoyo e instalaciones y por tener académicamente una mayor afinidad con el Departamento de Ingeniería Eléctrica.
En 1992, los servicios de calibración de la Sección de Metrología son transferidos al CENAM, con lo que ésta reduce su tamaño. No es posible lograr un crecimiento de la planta académica de esta sección, con lo que sus actividades disminuyen.
En 1997 se crea el Programa Departamental de Mecatrónica, que tiene como objeto atender las crecientes necesidades de este campo emergente, una vez más, el Departamento inicia antes que ningún otro organismo del país actividades en un campo emergente. Posteriormente con la integración de dos profesores de contratación reciente y seis investigadores provenientes de la Sección de Control Automático en 1999 la Dirección General autoriza la creación de la Sección de Mecatrónica.
En 1999 se autoriza la fundación del Departamento de Control Automático, por iniciativa de 16 investigadores provenientes del Departamento de Ingeniería Eléctrica.
Esta década se caracteriza por la recuperación económica, la elevación del nivel científico de la planta académica y la consolidación del programa de posgrado, tan solo de 1990 a 1999 se otorgaron 317 grados de maestría y doctorado.
En este período también fueron visibles e importantes las aportaciones del Departamento de Ingeniería Eléctrica para los servicios de la Institución: fueron miembros del Departamento quienes coordinaron la modernización del Servicio Telefónico, la instalación de la Red de Cómputo Interna (Cinvesred), planearon y diseñaron la Red Digital de Alta Capacidad de Transmisión de Información (150Mb/seg) con tecnología ATM a base de fibras ópticas, lo más avanzado de aquella época y la Red de Teleconferencia Interactiva, que enlaza todas las unidades del CINVESTAV y la Red del IPN. Ambas redes fueron las primeras en México.
Del periodo del Dr. David Muñoz, hasta 1992, se puede decir que se caracterizó por su identificación con el Departamento y los servicios a la institución, él fue relevado por el Dr. Jaime Alvarez, quién logró la consolidación de la planta académica para lograr un mayor perfil científico. En 1996 asume la jefatura del Departamento el Dr. René Asomoza, quien establece un Plan de Desarrollo del Departamento, inicia el programa de Mecatrónica.
Información obtenida del documento elaborado por el Dr. Arturo Escobosa , Jefe del departamento de Ingeniería Eléctrica (1999-2003) y el comité organizador para el festejo del graduado 600 del departamento, el 11 de Mayo de 2001, con la colaboración de los Investigadores: Dr. Héctor Nava Jaimes, Ing. Jorge Suárez Díaz, Dr. Jaime Álvarez Gallegos, Dr. José Antonio Moreno Cadenas, Dr. Harold S. Dutton.
Entrevistas directas con fundadores del Departamento de Ingeniería, Cinvestav, Anuarios 1962-1999, Cinvestav, México. Revista Avance y Perspectiva, Testimonios de: Ing. Eugenio Méndez Docurro y Dr. José María Borrego.